Por lo general los proyectos requieren para su comprensión de un estudio del volumen, ver como interrelacionan los materiales, como incide la luz sobre ellos o simplemente simular la visión que el usuario tendrá finalmente del entorno o producto.

Cuando una imagen vale más que mil palabras.

Adaptar la identidad visual corporativa a volumen 3d o desarrollar una mascota animada, permite disponer de herramientas de presentación poco habituales y más efectivas.